Les Calanques de Marsella a Cassis

lunes, 2 de mayo de 2011



Les Calanques de Marsella a Cassis


Al sur de la ciudad de Marsella, una vez sobrepasado el Puerto de la Pointe Rouge, se extiende durante una veintena de kilómetros un paisaje maravilloso, Les Calanques. Tras los montes del Marseilleveyre se encuentran estas pequeñas bahías, estrechas y alargadas, rodeadas de picos pedregosos y en cuyas aguas mansas el azul turquesa es el color dominante.
Las Calanques son una especie de rías o fiordos pequeños. El mar ha creado estas hendiduras en el macizo granítico o calcáreo aprovechándose de las fallas y las grietas de la roca. Teniendo en cuenta que la zona está sometida a un rudo clima mediterráneo en donde se acumulan los días secos y caluros, interrumpidos sólo por lluvias torrenciales en otoño y primavera, la erosión ha tallado con dureza el paisaje, árido y pedregoso, duro pero inmensamente bello. El mar con sus azules tan vivos y el cielo la mayor parte del año disponible, aumentan el placer de practicar trekking o de pasear simplemente un domingo plácido.
Este tipo de formaciones geológicas pueden encontrase también, al norte de Marsella; en el Macizo de l’Esterel en el vecino departamento del Var y en Córcega.
El litoral es, por lo tanto, muy recortado y numerosas Calanques se alinean una tras otra desde las estribaciones de Marsella hasta la preciosa ciudad de Cassis.
El macizo de las Calanques, incluyendo los montes de Marseilleveyre se extiende como hemos dicho a lo largo de 20 kilómetros hacia el este, con unos 4 Km. de anchura. Los puntos culminantes son el Monte Puget con 565 y el pico de Marseilleveyre con 432 metros. La zona goza de un ecosistema particular, un microclima seco y casi sin tierra, donde la roca aflora por todas partes, lo que plantea dificultades a la vegetación. Ésta se ancla en el relieve y se agarra a las fisuras y fallas, donde las raíces de los arbustos y plantas buscan el escaso agua.
La cercanía de Marsella y el hecho de que Cassis sea también un reclamo turístico hace que la zona sea un lugar turístico todo el año. Para pasear y hacer montañismo todo el año y para bañarse y gozar de un ambiente paradisíaco en primavera y verano.
Para realizar escalada varios espacios han sido adecuados desde 1970. La belleza del lugar y la dificultad de las paredes sirven para atraer a escaladores de toda Francia.
En la actualidad existe un proyecto para la creación de un parque nacional.
Dos cosas son muy importantes a la hora de visitar les Calanques. La primera los horarios. Dada la fragilidad del medio (ha sufrido numerosos incendios en los último años) y a la exigüidad del espacio, el trafico está regulado. De todas formas sólo es posible llegar en coche a ciertas Calanques. Para el resto será necesario caminar…

La segunda cuestión es, como en tanto otros lugares, la elección del momento. En invierno usted no tendrá problemas de aparcamiento ni habrá demasiada gente, pero los días son muy cortos y a veces el viento hace bastante incómoda la visita.
En verano el tiempo será magnifico, pero tal vez no pueda llegar a mojarse los pies. Una pista muy interesante. Los franceses poseen unos horarios particulares y habitualmente cenan bastante pronto, lo que puede hacer interesente una visita corta a partir de las 7 de la tarde, siempre y cuando la Calanque este abierta y el día sea largo.

El guardian del castillo

sábado, 30 de abril de 2011

EL GUARDIÁN DEL CASTILLO

El puente popularmente conocido como " Puente del Dragón" se construye como parte de la circunvalación de Alcalá de Guadaíra, enlazando la A-92 (Sevilla-Almería) con la A-392 Alcalá-Dos Hermanas. Es el primer puente figurativo de toda Europa.
La estructura creada por el arquitecto sevillano, José Luis Manzanares, creador también del conocido popularmente como "puente del cachorro" de la capital hispalense.

La estructura emula un dragón que sale del cerro del Castillo cruzando el río Guadaíra, a los pies de una de las fortalezas almohades más grandes de Europa. De esta forma, el dragón es el “guardián del Castillo” y el defensor de la ciudad, al tiempo que el encargado de recibir a sus visitantes.

Acinipo en la serrania de Ronda

Acinipo es un yacimiento arqueológico ubicado en la Serranía de Ronda en el término municipal de Ronda, a 20 kilómetros de Ronda.


Localizado a 999 metros sobre el nivel del mar, ocupa una posición estratégica sobre una elevación del terreno de carácter calizo de origen terciario con tierras de gran fertilidad agrícola.

Ocupada desde el Neolítico, Acinipo ofrece muestras pertenecientes a la Edad del Cobre y a la del Bronce como han puesto de manifiesto una serie de cabañas circulares protohistóricas localizadas en las últimas excavaciones realizadas en la ciudad. A pesar de ello el momento de mayor esplendor de la ciudad de Acinipo es sin duda la etapa romana sobre todo desde finales del siglo I d. C., como puede deducirse de las grandes construcciones que ella se encontraban.




Su nombre aparece por primera vez en textos de Ptolomeo y Plinio. También fue estudiado por eruditos del siglo XVI, como Lorenzo de Padilla, si bien sería en el siglo XVII cuando Fariña del Corral identifique en 1650 al teatro existente como romano. Ha sido conocida desde antiguo como Ronda la Vieja al considerarse como antiguo asentamiento de esta ciudad; la realidad es que ambas ciudades Acinipo y Ronda, con el nombre de Arunda coexistieron en el tiempo.


La ciudad esta construida en una pronunciada pendiente que obligó a construir de forma escalonada todos los edificios de la ciudad. Las excavaciones realizadas en la ciudad han dejado al descubierto una serie de cabañas circulares protohistóricas que Poseía una muralla en todo su perímetro de la que´aún es posible observar restos en superficie aunque se ignora su altura; de la mayor parte de las torres de planta circular que debió poseer se mantiene una pequeña parte de alzado observable también en superficie.

El teatro de acinipo es el elemento mejor conservado del yacimiento; esta construcción aprovecha la propia pendiente para el graderío, excavado directamente sobre la roca madre. La escena del teatro fue construida con los materiales resultantes de la construcción del graderío y se encuentra en pie en casi todo su alzado si bien los elementos arquitectónicos más representativos desaparecieron hace siglos. En su momento poseía dos vomitorios laterales para el acceso de público y un muro perimetral que no se conserva. Las termas, construidas en el siglo I a. C. se encuentran situadas en la parte baja de la ciudad, han sido parcialmente excavadas en los últimos años. Es posible observar caldarium, tepidarium y otras estancias así como varias conducciones de agua y elementos arquitectónicos tales como columnas.

La ciudad amurallada de Acinipo tenía el privilegio de acuñar monedas, hecho atestiguado por los numerosos hallazgos numismáticos.
La ciudad decae a lo largo del siglo III; en el siglo IV este núcleo urbano pierde su importancia en la zona, pasando la hegemonía en el territorio más cercano a Arunda, la actual Ronda. Según las últimas investigaciones y el hallazgo en el yacimiento de restos cerámicos la ciudad pudo quedar deshabitada no antes del siglo VII.

Santa Cecila en Albi

domingo, 12 de septiembre de 2010

La catedral de Santa Cecilia de Albi, en la archidiócesis de Albi, es el mayor edificio de ladrillos del mundo. Dos siglos fueron necesarios para su construcción, de 1282 a 1480. Es hoy una de las catedrales más visitadas de Francia. El arzobispo actual es Pierre-Marie Carré.

Santa Cecilia ofrece un contraste importante entre el rigor exterior de su arquitectura defensiva y la riqueza interior de una suntuosa decoración.


Testimonio de la fe cristiana después de la herejía cátara, esta catedral fortaleza es una obra maestra del gótico meridional. Se trata de un verdadero castillo que se convirtió en arma disuasoria en el sistema defensivo de la ciudad.

En el exterior, el edificio se enriqueció (hacia 1392) con la puerta Dominica de Florence, de un campanario en forma de torre de 78 metros de altura acabada en 1492 poco después de la consagración de la catedral (1480), y del baldaquín de la puerta de entrada (1515 - 1540). El interior del monumento marca una ruptura con el aspecto masivo del exterior. Se piensa generalmente que son artistas flamencos desconocidos, que realizaron la gigantesca pintura mural del Juicio Final (1475 - 1480).


En el mismo momento, artistas franceses esculpieron en gótico flamígero el ambón y el cercado del coro (1475-1484). Este conjunto de piedra está adornado con una magnífica estatuaria policromada, testigo único de la calidad de la escultura francesa del siglo XV.