Les Calanques de Marsella a Cassis
Al sur de la ciudad de Marsella, una vez sobrepasado el Puerto de la Pointe Rouge, se extiende durante una veintena de kilómetros un paisaje maravilloso, Les Calanques. Tras los montes del Marseilleveyre se encuentran estas pequeñas bahías, estrechas y alargadas, rodeadas de picos pedregosos y en cuyas aguas mansas el azul turquesa es el color dominante.
Las Calanques son una especie de rías o fiordos pequeños. El mar ha creado estas hendiduras en el macizo granítico o calcáreo aprovechándose de las fallas y las grietas de la roca. Teniendo en cuenta que la zona está sometida a un rudo clima mediterráneo en donde se acumulan los días secos y caluros, interrumpidos sólo por lluvias torrenciales en otoño y primavera, la erosión ha tallado con dureza el paisaje, árido y pedregoso, duro pero inmensamente bello. El mar con sus azules tan vivos y el cielo la mayor parte del año disponible, aumentan el placer de practicar trekking o de pasear simplemente un domingo plácido.
Este tipo de formaciones geológicas pueden encontrase también, al norte de Marsella; en el Macizo de l’Esterel en el vecino departamento del Var y en Córcega.
El litoral es, por lo tanto, muy recortado y numerosas Calanques se alinean una tras otra desde las estribaciones de Marsella hasta la preciosa ciudad de Cassis.
El macizo de las Calanques, incluyendo los montes de Marseilleveyre se extiende como hemos dicho a lo largo de 20 kilómetros hacia el este, con unos 4 Km. de anchura. Los puntos culminantes son el Monte Puget con 565 y el pico de Marseilleveyre con 432 metros. La zona goza de un ecosistema particular, un microclima seco y casi sin tierra, donde la roca aflora por todas partes, lo que plantea dificultades a la vegetación. Ésta se ancla en el relieve y se agarra a las fisuras y fallas, donde las raíces de los arbustos y plantas buscan el escaso agua.
La cercanía de Marsella y el hecho de que Cassis sea también un reclamo turístico hace que la zona sea un lugar turístico todo el año. Para pasear y hacer montañismo todo el año y para bañarse y gozar de un ambiente paradisíaco en primavera y verano.
Para realizar escalada varios espacios han sido adecuados desde 1970. La belleza del lugar y la dificultad de las paredes sirven para atraer a escaladores de toda Francia.
En la actualidad existe un proyecto para la creación de un parque nacional.
Dos cosas son muy importantes a la hora de visitar les Calanques. La primera los horarios. Dada la fragilidad del medio (ha sufrido numerosos incendios en los último años) y a la exigüidad del espacio, el trafico está regulado. De todas formas sólo es posible llegar en coche a ciertas Calanques. Para el resto será necesario caminar…
La segunda cuestión es, como en tanto otros lugares, la elección del momento. En invierno usted no tendrá problemas de aparcamiento ni habrá demasiada gente, pero los días son muy cortos y a veces el viento hace bastante incómoda la visita.
En verano el tiempo será magnifico, pero tal vez no pueda llegar a mojarse los pies. Una pista muy interesante. Los franceses poseen unos horarios particulares y habitualmente cenan bastante pronto, lo que puede hacer interesente una visita corta a partir de las 7 de la tarde, siempre y cuando la Calanque este abierta y el día sea largo.